¿Quién no ha pactado alguna vez?
¿Quién no se ha enredado alguna una vez?
¿Quién no ha soñado pactar no salir de algún laberinto?
Vuelve a mentirme.
Simula que no es cierto.
Finge una y otra vez que nunca pisas la franja del bien y del mal,
juega con ella.
Primero te inclinas, luego te balanceas, te meces, oscilas.
Te dejas llevar.
Navegas.
Y acabas varado donde te quería traer: